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lunes, 5 de marzo de 2012

DISFRUTAR DE LA VIDA

Un día más y al ritmo que marca Melendi me despierto con energía renovada, de un salto me dirijo a la ventana de mi habitación, un día radiante me saluda y yo  le respondo entusiasmado
Desayuno energicamente , me aseo de manera casi perfecta y salgo a la calle dispuesto a comerme el mundo, ¿objetivo? disfrutar la vida.
Es primavera, el despertar de la naturaleza me impulsa a la montaña y cuando llego a mi destino  me bajo del coche, agarro mi mochila, bastones ... me alejo unos pasos del coche y aspiro profundamente... el olor a campo, romero, tomillo y espliego impregna mis fosas nasales, el aire limpio y fresco recorre mi organismo y, por unos instantes siento que mis pulmones se fusionan con la Madre Naturaleza.  Cierro los ojos y escucho el baile de las ramas  de los pinos al compás de la melodía del viento, el zumbido amenazador de una abeja  y siento las caricias  del sol primaveral sobre mi cara agradeciendome mi respetuosa y cariñosa visita.
Comienzo el corto paseo que en poco más de una hora me llevará  a lo alto de la montaña, por el camino disfruto del color, del olor y de presentes que la Madre Naturaleza me ofrece con enorme generosidad, me regala el juego infantil de dos mariposas de vivos colores y en el cielo, dos aguilas perdiceras vigilan mi ruta y de paso, buscan su almuerzo en forma de alguna perdiz o algún conejo despistado.
En un paseo estoy en la cima de montaña y me recuerda la grandiosidad de la huerta valenciana y el dibujo perfecto del golfo de Valencia, puedo ver la albufera y sentir la inmensidad del Mediterraneo que me ha visto crecer.  Disfruto del equilibrio que representa la unión del cielo y del mar en el horizonte, ese punto inalcanzable por que siempre corre más que tú.
Reflexiono en la altitud de la montaña que este día tan precioso es símbolo de esperanza y buen presagio para el tiempo futuro que nos espera, es la señal de la grandiosidad de la carrera de la vida ante algún bache en la pista, es el recuerdo de que cuando una puerta se cierra quizás se habrán mil en su lugar.  Es la obligación de no rendirse aunque a veces sea complicado.  Es recordarnos cual es nuestro objetivo  , DISFRUTAR DE LA VIDA.,

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